Nadie niega la tradición y el prestigio de los vinos franceses. Sin embargo, en los últimos tiempos se ha consolidado una tendencia y gusto por el conocer y descubrir nuevos vinos de todas partes del mundo.
Con su versatilidad característica, la cosmopolita ciudad de París refleja esta nueva tendencia en sus bodegas, que ofrecen la posibilidad de conocer vinos franceses, pero también vinos de otras regiones del mundo. Para los amantes del vino un viaje a París es, además, un viaje a muchos otros rincones del globo.
En la internacionalmente conocida avenida parisina de Champs-Élysées, la bodega Publicisdrugstore ofrece variedad de opciones. El sommelier Fabrice Tellier se encarga de seleccionar los vinos de acuerdo al gusto de cada cliente. También la bodega Legrand filles et fils, instalada en un ex almacén del siglo 18, permite degustar vinos de Portugal, Israel, Australia y Suiza.
Con tres pisos y 1500 metros cuadrados de superficie , Lavinia es otra bodega de París que ofrece más de 2000 vinos de 43 países. Por su parte Taillevent ofrece 1300 variedades de vinos en una colección que se renueva constantemente.
Si se prefieren los vinos vintage, Cave à Millésimes es la especialista en estos vinos a nivel internacional, y su ubicación no podía ser mejor, a pocos pasos de la Torre Eiffel, una de las mayores atracciones del turismo en París.
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